30/08/2016
Misael Rodríguez conquistó la primera medalla para México en los Juegos Olímpicos Río 2016, fue bronce, en un deporte que estaba en sequía de preseas desde Sydney 2000, cuando Christian Bejarano conquistó el mismo metal.
Tuvo que pasar más de una semana para que México apareciera en el medallero brasileño, y eso lo logró el famoso “chino”, fue bronce al caer con el uzbeco Bektemir Melikuziev en la categoría de -75 kilogramos por decisión 3-0, una presea lograda con coraje, lucha y entrega.
Desde pequeño, Misael Rodríguez supo que el deporte de los puños lo llevaría a unos Juegos Olímpicos. En casa, con sus hermanos, jugaban a pegar fuerte; los guantes de boxeo eran sustituidos por un par de calcetines, y su ídolo siempre ha sido el ex campeón mundial Julio César Chávez.
En su natal Chihuahua (nació en Parral) jugaba a ser un ídolo, no de futbol, porque a pesar de practicarlo, no sentía el mismo impulso para sobresalir. “Con mis hermanos me ponía calcetines en lugar de guantes”, recordó.
El pugilista, en ese tiempo, comenzaba a soñar que era campeón del mundo y vencía a rivales en un improvisado cuadrilátero en la sala o patio de su casa.
Desde chiquito estaba ahí, su pequeña figura comenzaba a sobresalir entre los juegos a boxear. Inconscientemente se adentró y en un abrir y cerrar de ojos ya estaba inmerso en este mundo a nivel principiante.
Conforme comenzó a crecer, el gusto por el boxeo se acrecentó. En la televisión no se perdía las funciones en aquellas transmisiones con las figuras del momento.
“El boxeo siempre ha estado en mi vida; pienso que en la vida de todos los mexicanos porque, ¿quién no recuerda a Julio César Chávez o a Juan Manuel Márquez?; dos grandes que el boxeo mexicano ha tenido”.
Rodríguez se siente un afortunado porque su madre y hermanos lo han impulsado a dar sus mejores golpes en cada combate. No deja nada al azar porque su meta era pelear por una medalla en los Juegos Olímpicos de Río 2016.
El “chino” agregó que los resultados aparecieron en su vida de manera positiva.
“Vino la Olimpiada Nacional donde tuve un buen resultado, luego otros torneos en donde también me fue bien; pienso que todo eso me fue envolviendo y me llevó hasta conseguir la presea olímpica”.
El pugilista mencionó que a pesar de tener dos años en la selección nacional, su ascenso ha sido rápido; ya que sus demás compañeros tienen más tiempo.
“Mi camino inicio desde hace años, pero han sido más, ya que a los seis meses tuve una evaluación para ver quién iba a los Juegos Centroamericanos y desde ahí me fue bien, conseguí la plaza, luego vinieron los Juegos Panamericanos, también hubo eliminatorias porque aquí en México es un país bastante competitivo en el boxeo y hay buen nivel, y se debe estar clasificado número uno”.
Para Misael Rodríguez, el ciclo olímpico fue positivo al lograr medallas en los Juegos Centroamericanos, Panamericanos y Olímpicos. “en el Mundial no tuve un buen resultado, pero di mi mayor esfuerzo”.
Su compromiso era llegar en buena forma a la justa brasileña, y lo hizo. Además, aclaró algo antes de viajar a Río: “No me gusta prometer nada, simplemente iré dar lo mejor de mí, voy a llegar lo mejor preparado y espero seguirlos sorprendiendo”.
En su momento, apuntó que a unos Juegos Olímpicos acuden los mejores y “rival pequeño, por más pequeño que parezca, no lo hay; estar en Juegos Olímpicos no es cualquier cosa, todos van bien preparados, todos quieren ganar una medalla”.