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26/12/2015
En la familia, con los amigos, amigos y parejas, es frecuente afirmar que la comunicación es la parte medular de toda relación, y una de las partes más difíciles.
¿Por qué si tenemos valores similares, solemos estar en desacuerdo?, ¿por qué con las personas que más conocemos es tan difícil comunicarnos?, ¿por qué nos molestamos cuando “no entienden” lo que queremos que entiendan?
Sin duda, la comunicación es un proceso complejo, en el que se lleva a cabo un intercambio de información que puede ser a través de la palabra, gestos o movimientos; éste proceso ejerce una influencia mutua, estableciéndose un contacto racional y emocional.
Si esto es así de complejo con las personas a las que conocemos desde hace tanto tiempo, es evidente que la comunicación ENTRENADOR-ATLETA lo es también…y hasta llega a ser más compleja.
Las razones de esta situación son variadas:
La mayor parte de las tareas del entrenador con el atleta son ejecutadas a través de la comunicación, así que esto nos obliga a prestar más atención al fenómeno.
El proceso de comunicación interpersonal va mucho más allá de un mensaje que va del que lo emite hacia el que lo recibe.
Un entrenador da instrucciones para la realización de los ejercicios, repeticiones, insta para mejorar las ejecuciones, pide al atleta que eleve su motivación, da refuerzos, corrige movimientos y ejecuciones técnicas, transmite sus conocimientos y experiencias y emite una cantidad importante de otros mensajes propios e información que el atleta requiere, dándoles una cierta carga emocional.
¿El entrenador se asegura que el atleta haya comprendido lo que le comunicó? Esta es una pregunta fundamental, tanto en su relación, como en el cumplimiento de los objetivos. Si el entrenador pide retroalimentación, podrá verificar si lo que dijo fue comprendido. Y más aún, al fijar metas entre ambos lograrán que sean realistas, razonables y claramente comprendidas por los dos.
Una manera en la que los entrenadores pueden apoyarse para mejorar la comunicación con los deportistas es utilizar declaraciones positivas en las instrucciones. Aún en el alto rendimiento, no debemos dar por sentado que los atletas deben aguantar el estilo inadecuado de comunicar del entrenador.
El alto rendimiento tiene una carga importante de estrés y éste, al ser potenciado por una comunicación ineficiente, hará que las metas se logren con mayor dificultado o, en el peor de los casos, no se logren (lo mismo aplica para el atleta, quien debe cuidar con mucha atención cómo comunica para no perjudicar la relación con el entrenador. De este tema hablaremos en las siguientes colaboraciones).
Evita decirles lo mal que hacen un movimiento o gesto: vuelve a enseñarlo y/o modelarlo, y pídele al atleta que lo verbalice antes de la ejecución. Será entonces muy claro saber si el atleta ha tratado sólo de cumplir o si realmente comprendió lo que estamos pidiéndole. En otras palabras, ayuda al deportista a comprender lo que puede mejorar y comunícale cómo es que puede hacerlo.
Para que lo anterior se lleve a cabo con eficacia, recuerda entrenador que tú eres la persona más importante en el proceso de aprendizaje, especialización y ejecución, por lo que entre más comprenda claramente lo que le pides, más fácilmente lo podrá llevar a cabo.
Un estudio realizado por Frester (1995) con 120 deportistas de alto rendimiento procedentes de 8 deportes olímpicos sobre el grupo de problemas que pueden tener consecuencias en el proceso de comunicación, permitieron reconocer diferentes dificultades en las habilidades de los entrenadores como comunicadores.
Más del 80% de los deportistas cuestionados plantearon que el flujo de información era unilateral. Aproximadamente el 82% de las informaciones (indicaciones correctivas, reglamentaciones, reglas sobre el comportamiento, explicaciones sobre el decurso de los movimientos, exigencias sobre el comportamiento de acuerdo con las normas) son comunicadas frecuentemente al deportista por el entrenador a partir de un comportamiento autoritario.
La no correcta comunicación entre el entrenador y deportista, argumentan estos últimos, conducen a malos entendidos y a inseguridades e inhibe o retrasa la toma de decisiones. Los últimos en enterarse de los acontecimientos, noticias u orientaciones están más insatisfechos que aquellos que se enteraron primero. |
Entrenador, recuerda que comunicar va más allá de sólo dar instrucciones.
Tanto en el ámbito deportivo como en el personal, habla con tacto en todo momento. Sé cuidadoso siempre que hables con algún deportista, aunque la conversación no sea delicada. Así, cuando llegue el momento de enfrentarte a una situación apremiante, tendrás más elementos efectivos y positivos.
Sugerencias:
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¡SÉ EL ENTRENADOR QUE QUISIERAS PARA TI!
Mtra. Psic. Margarita Cerviño Bárcena
FB: La Psicóloga del Deporte
Mail: psic.paralimpic@gmail.com