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Los niños deben jugar y comer bien

09/01/2016

No siempre sabemos lo que nuestros hijos consumen y eso es muy alarmante en nuestros días llenos de publicidad.

Es una pena ver como muchos niños, ahora, se atragantan de bizcochitos en la escuela,  comen croquetas de pollo frito en la cena, pasan mucho tiempo usando videojuegos, viendo televisión y comiendo frituras.

Es bien sabido que esos hábitos en la rutina diaria de los niños en edad escolar están alterando gravemente su salud y provocando exceso de peso.

No siempre se tiene el tiempo ni las facilidades económicas para llevar a nuestros hijos a actividades extraescolares que les permitan realizar una actividad física.

Por ello, tal vez piense que es poco lo que se puede hacer para mejorar estos hábitos. Por eso es muy importante hacer una reflexión al respecto y pensar en que  vale la pena hacer un esfuerzo que puede cambiar radicalmente la vida de un niño y marcar si salud será buena o no en la etapa adulta.

En  México, el problema de obesidad infantil ha provocado un aumento importante en los casos de diabetes en niños, así como otros problemas: desnutrición y enfermedades del corazón a muy temprana edad.

Y es que no es solamente un problema de estética que puede llevar a problemas emocionales por baja autoestima, sino que el exceso de peso en pone a los niños en riesgo de serias complicaciones de salud, como se dijo: diabetes, enfermedades cardiacas e hipertensión. Es más, según especialistas de nutrición en Estados Unidos hicieron estudios que demuestran que los nuevos casos de asma son más probables entre los niños con sobrepeso.

Independientemente de la falta de políticas de salud que involucren los sistemas de educación, de campañas efectivas de información y prevención, como padres de familia debemos tomar cartas en el asunto con respecto a la salud de nuestros propios hijos.

Una manera fácil, es hacer de una alimentación saludable, un asunto de toda la familia, Por ejemplo, no comprar refrescos o frituras. Si no hay ciertos alimentos en la alacena de la casa, simplemente no los vamos a comer.  De esta forma no exigimos al niño algo, sino que lo practicamos todos en familia. Y como adultos le ponemos el ejemplo.

Tenemos que ser consistentes con lo que les exigimos respecto a los hábitos alimenticios, ya que será difícil darles el sermón de la importancia de comer frutas y verduras si no nos ven a nosotros hacerlo.

Las comidas “chatarra” y los dulces provocan adicción, así que no hay porque no decir sencillamente “en esta casa ese tipo de alimentos no se consumen”. Poco a poco los niños dejarán de sentir esa necesidad por comprar papitas, churritos y otro tipo de golosinas.

Por supuesto, no hay que caer en los excesos. En las fiestas o fines de semana pueden comer este tipo de cosas, pero es muy importante que no formen parte de su rutina, es decir, que su consumo no sea un hábito.

Para acompañar una tarde de películas en casa podemos preparar palomitas bajas en grasa, jícama o pepinos con limón, sal y chile,  tostadas con frijoles o guacamole.

Es importante también sustituir ciertos ingredientes que pueden reducir considerablemente los niveles de grasa que consumimos. Por ejemplo, en vez de comer un puré de papa lleno de queso y mantequilla, podemos cocinar la misma papa al horno con poco aceite de oliva. Las verduras al vapor son más ricas que cocidas y mucho más sanas que fritas, y el pollo o la carne, pueden servirse a la parrilla en lugar de prepararlos en aceite. El sabor incluso es mejor.

Expertos de la Nemours Foundation también recomiendan:

  • Mantener muchas frutas y verduras a mano; la meta es cinco porciones al día. Otras meriendas nutritivas incluyen yogurt, mantequilla de cacahuate y apio, y galletas integrales con queso panela o cottage.
  • Servir carnes magras y otras fuentes saludables de proteínas, como la clara del huevo y nueces o almendras.
  • Como ya dijimos: Limitar el consumo de grasa evitando las comidas fritas. En su lugar pueden usarse los otros métodos de cocción que resultan  más sanos, como asar, cocinar a la parrilla u hornear.
  • Limitar las bebidas azucaradas, como refrescos y las bebidas con sabor a fruta. En vez de eso, servir agua de sabores naturales (frutas o jamaica) y leche.
  • Preparar el lunch de la escuela en lugar de darles dinero para comprar. Siempre es rápido y sencillo hacer un sándwich de pan integral, jamón de pavo y queso panela, darles uvas o una manzana, enviarles un jugo o agua natural.

 

En cuanto a la actividad física, no tiene que representar una tarea pesada, la familia entera puede hacerlo divertido yendo a andar bicicleta en un parque los fines de semana. Los papás tendrán que destinar tiempo para jugar al fútbol o béisbol con sus hijos e hijas. Poner música y bailar también puede poner en movimiento a los niños y divertirlos.

 

Al igual que para un adulto, es más fácil hacer ejercicio cuando lo hacemos en compañía, así que una buena idea es juntar a los niños con sus amigos para correr, trepar u organizar un partido de básquetbol.

Y nuevamente, en lo que se refiere a la rutina de todos los días, es necesario limitar las horas de televisión, computadora y videojuegos. Ya encontrarán en qué entretenerse.

 

Los niños deciden como se sienten acerca de si mismos en gran parte de acuerdo a como sus padres reaccionan ante ellos. Por este motivo, es importante para los padres ayudar a los niños a que ellos se sientan bien acerca de si mismos. También es importante comunicarle sus valores y fijar expectativas y límites; por ejemplo insistir en la honestidad, el auto control y el respeto por los demás y al mismo tiempo permitirles a los adolescentes tener su propio espacio.

 

SEÑALES DE ALARMA

Los padres de los adolescentes con frecuencia solamente notan los problemas y hasta pueden caer en el hábito de darles más que nada reacciones y críticas negativas. A pesar de que los adolescentes necesitan una reacción con información, ellos responden mejor cuando la reacción es positiva. Elogiar los comportamientos apropiados le puede ayudar a su adolescente a sentir la satisfacción de un logro y reforzarle sus valores familiares.

Los adolescentes, especialmente aquellos con baja autoestima o con problemas familiares tienen un alto riesgo de un número de comportamientos auto-destructivos tales como usar drogas o alcohol o tener relaciones sexuales sin usar protección. La depresión y los trastornos alimentarios también son problemas importantes en los adolescentes. Las siguientes pueden ser señas de alarma de que su hijo tiene un problema:

  • Comportamiento agitado o inquietud
  • Subir o bajar de peso
  • Una baja en sus calificaciones
  • Dificultad de concentración
  • Sentimientos continuos de tristeza
  • No importarle las personas ni las cosas
  • Falta de motivación
  • Fatiga, pérdida de energía y falta de interés en las actividades
  • Auto estima baja
  • Dificultad para dormir

 

Por  Ricardo Bravo

Experto Asdeporte en Flexibilidad

flexibilidad@asdeporte.com

 


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